Guía Completa para Negociar tu Salario como Programador

No importa la situación, hablar de dinero puede ser incómodo para todos. Desde siempre, se nos ha enseñado que pedir de más no es educado, y que es mejor aceptar el valor regulado por el mercado. Pero negociar tu salario no es solo un derecho, es también una habilidad esencial en tu carrera.

Y no hay mejor momento que ahora para adquirir esta habilidad, pues la industria tecnológica global está en plena expansión. Además, las carreras vinculadas a la tecnología son actualmente las más buscadas y mejor remuneradas en el mercado laboral de este año.

Según datos recientes, el mercado global de software alcanzó un valor de aproximadamente 736.96 mil millones de dólares en 2024 y se espera que crezca a una tasa compuesta anual del 11.8%, llegando a alrededor de 2.248 billones de dólares para 2034.

Así que, si eres programador o perteneces al área, es momento de afinar tus habilidades en el arte de pedir lo que mereces. Hemos creado este artículo como una guía completa para ayudarte en el proceso de negociación salarial con estrategias prácticas. Veamos.

Prepárate para el Éxito: Conoce tu valor real (Primera estrategia)

Cuando hablamos del sector tecnológico, el rango de los sueldos varía sustancialmente según una empresa a otra, y de un país a otro. A esta ecuación es indispensable añadir tus habilidades y especialización.

Además, algunos puestos son más demandados que otros, (como desarrolladores backend, especialistas en ciberseguridad, DevOps, IA, etc.) Igualmente, otros están más saturados, y, por ende, obtienen márgenes salariales más bajos.

Pero esto no es todo. Hasta aquí solo tenemos la punta del iceberg.

Negociar el sueldo base cuando te encuentres en un proceso de contratración es clave. No solo es defensa de tu valor, sino que te permitirá estar en una mejor posición para negociaciones salariales en el futuro.

Por lo tanto, negociar tu salario inicial desde el comienzo no es solo una cuestión de ingresos inmediatos acorde a tu puesto en una empresa. Es también una inversión en tu futuro profesional. Pero, ¿Por qué?

Cuando negociamos un salario más alto, podemos:

  • Establecer una base sólida, ya que posteriormente, si permaneces en la misma empresa y te hacen un aumento de salario, será sobre tu salario actual, es decir, un aumento porcentual, a mayor salario base, mayor aumento.
  • Refleja tu valor en el mercado, pues al aceptar un salario inferior al promedio, podría afectar en cómo te perciben otros empleadores en futuras ofertas laborales.
  • También aumenta tu poder de negociación con otras empresas, de manera que en el futuro estarás mejor posicionado para obtener mejores beneficios.

Comprende el rango salarial de un programador (Segunda fase de tu estrategia)

Más arriba mencionamos que el salario de un desarrollador depende también de su ubicación, pero también de la ubicación de la empresa. Por ejemplo, un mismo puesto o habilidad puede pagarse por triplicado en EE. UU. Más que en Europa del Este o Latinoamérica.

Igualmente, cuando el trabajo es remoto, muchas empresas ajustan el salario según tu país de residencia, y no solo según el puesto. Sin embargo, algunas empresas globales pagan según estándares internacionales, por lo que aquí, es cuando conocer tu valor real puede marcar una gran diferencia.

Es por ello que es clave revisar portales de empleo locales e internacionales. Porque lo que es bueno para tu ciudad, podría ser bajo a escala global. Distinguir esta diferencia te dará poder de negociación, y te enseñaremos a verla.

Tu siguiente paso, entonces, es conocer las cifras actualizadas de tu puesto específico. Esto evitará que aceptes menos de lo justo por desconocimiento o ansiedad. Algunos de los sitios en donde puedes revisar esta información, son:

En estas plataformas puedes filtrar los datos por ubicación, experiencia y habilidades específicas, proporcionándote una visión más clara del rango salarial para tu perfil como Desarrollador de Software. Por lo tanto, podrás:

  • Identificar cuando una oferta es justa o no.
  • Tener cifras concretas al negociar, y no solo lo que “creas merecer”.
  • Identificar cuándo vale la pena apuntar a mercados globales o locales.

Hasta aquí, podemos saber qué esperar.

Negociar antes y después de recibir la oferta: Conoce las Potenciales diferencias

No existe un momento infalible para negociar exitosamente tu salario. Cada momento del proceso (antes o después) tiene sus ventajas y desventajas, y solo tú puedes manejarlas a tu favor si sabes cómo hacerlo.

En primer lugar, negociar el salario demasiado pronto, antes de recibir una oferta formal, puede jugar en tu contra: si mencionas una cifra alta sin que aún hayan visto todo tu potencial, podrías quedar fuera del proceso simplemente porque excedes el presupuesto del puesto.

Ante esta situación, si te preguntan tu aspiración salarial, te recomendamos responder diplomáticamente:

“Estoy abierto a conversar una oferta competitiva basada en el valor que puedo aportar. ¿Podríamos hablar de números una vez que conozcan mejor mi perfil?”.

En segundo lugar, si esperas hasta después de recibir la oferta para hablar de salario, corres el riesgo de que sea demasiado tarde: si la cifra está muy por debajo de tus expectativas y nunca insinuaste tu rango antes, la empresa puede decir que ya no tiene margen para negociar.

Sin embargo, cuando una empresa te envía una oferta con antelación, es muy probable que esté considerando seriamente contratarte y esten dispuestos a negociar el salario ofrecido.

Sin duda, este escenario facilita la negociación de tu salario, pues si ya te dieron una cifra, agradécele y pídele al reclutador una conversación para evaluar la oferta. Recuerda estar preparado y tener los argumentos listos para negociar un salario más justo.

Igualmente, te recomendamos evaluar siempre la oferta completa (vacaciones, seguro médico, días libres, home office, capacitación, etc.), especialmente si estos beneficios adicionales juegan un papel importante a la hora de aceptar una propuesta laboral.

El arte de la negociación: Estrategias clave

Antes de contarte todo sobre las estrategias prácticas para negociar tu salario como programador, recuerda que te pagan por el valor que aportas, y no solo por tus necesidades personales. Esta perspectiva te proporcionará una visión más clara y objetiva al momento de hablar de números. Veamos.

1. Quien diga la primera cifra importa (más de lo que crees)

Muchas empresas te preguntarán cuál es tu expectativa salarial. Si puedes, evita ser tú quien diga el primer número. Pero si es inevitable, jamás reveles tu salario actual, puedes en cambio mencionar el rango de tu salario deseado basado en tu investigación y siempre empieza por el extremo superior (de manera realista), como veremos más adelante.

Al principio es mejor callar, no solo porque puedes quedar fuera antes de demostrar tu valor, sino también porque el salario no es solo un número, es también parte del paquete de beneficios (crecimiento, cultura, estabilidad, etc.), que puedes usar a tu favor.

Como ya te comentamos, un dato que nunca debes mencionar es tu salario actual. La razón es porque la mayoría de las veces, si conocen tu salario solo te ofrecerán un 10 o 20% adicional de lo que ganas actualmente y será extremadamente difícil negociar un adicional mayor a eso.

Si te preguntan por tu salario actual, lo mejor es responder con firmeza pero respetuosamente que prefieres mantenerlo en privado, porque es un dato que solo manejan tu actual empleador y tú, y que no hay razón para que otras personas o empresas conozcan esa información.

Así pues, cuando te piden tus expectativas salariales, es mejor dar respuestas elegantes, firmes y estratégicas con profesionalismo sin perder esta información antes de tiempo:

Si te preguntan por tu salario actual

“Prefiero no compartir esa información ya que forma parte de un acuerdo de confidencialidad con mi empleador actual. Sin embargo, estoy abierto a discutir una oferta competitiva alineada con el mercado y con el valor que puedo aportar”.

O

“Mi compensación actual incluye distintos componentes, como beneficios y condiciones que van más allá del salario base. Por eso, prefiero no reducirlo a una sola cifra. Estoy más interesado en entender la propuesta total que ustedes ofrecen”.

Si te preguntan por tus expectativas salariales

“Estoy abierto a discutir cualquier oferta razonable y alineada con el mercado. Me gustaría saber cuál es el rango que manejan ustedes para este puesto”.

O

“Según lo que he investigado para posiciones similares en esta industria y ubicación, el rango suele estar entre [X] y [Y]. Estoy abierto a conversar dentro de esos márgenes, dependiendo del paquete completo y de las responsabilidades del rol”.

Incluso:

“Considero que es más adecuado hablar de cifras una vez que tengamos claro si hay un buen encaje entre el rol y mis habilidades. Para mí, lo más importante es que sea un lugar donde pueda aportar y crecer”.

2. Hacer una contraoferta: Negociar lo justo sin miedo

Primero que todo, ten en cuenta que hacer una contraoferta no es sinónimo de ser exigente o perder tu dignidad. Si llegaste hasta una oferta formal, es porque ya demostraron que te quieren en su equipo. Y si te quieren, están dispuestos a llegar a un acuerdo beneficioso para ambos.

Además, muchas empresas ofrecen inicialmente una cantidad más baja para tener margen de negociación. Si aceptas la primera oferta que te hagan sin intentar negociar una cifra más alta probablemente estes dejando dinero sobre la mesa, y ahora sí, tu dignidad. De no hacerlo, eso es todo lo que puedes perder.

Así pues, si, por ejemplo, te ofrecen $4’500 y sabes que el rango para ese rol y ubicación ronda los $5’000 -$6’000, una contraoferta como la siguiente es más que válida sin que tengas que renunciar a tu valor:

“Estoy muy entusiasmado con la oportunidad y me encantaría formar parte del equipo. Sin embargo, con base en mi experiencia y en los valores de mercado, me sentiría más cómodo con una oferta en el rango de los $6’000. ¿Hay espacio para ajustar la propuesta?”.

Recuerda siempre poner énfasis en lo que puedes aportar con argumentos sólidos y con respeto.

3. Más de una oferta sobre la mesa: Cómo gestionarlas con inteligencia

Esta es una situación soñada, pero también desafiante. Sin embargo, acá encontramos una verdad indiscutible: las empresas conocen tu valor y lo demuestran con números. ¡El hecho de recibir una oferta significa que has hecho un gran trabajo!

No obstante, cuando tenemos más de una oferta sobre la mesa, es momento de decidir con la cabeza fría. En primer lugar, mencionar que estás considerando otras ofertas a los reclutadores es perfectamente normal.

Además, aumenta un poco la presión para que te ofrezcan la mejor oferta posible, aumentando tu valor por ser un “profesional codiciado”. Pero ten cuidado, no debes decir “La empresa X me ofreció X cantidad de dinero, etc. Y ¿tú qué me ofreces?”.

Simplemente, nadie quiere sentir este tipo de presión. Ser modestos y no revelar demasiado es lo mejor. Por otro lado, no te disculpes por pedir tiempo, negociar y hacer tus comparaciones. Estás eligiendo tu camino profesional, no una comida rápida por delivery.

Por último, recuerda hacer tus comparaciones más allá del sueldo. Una oferta muy atractiva también podría salirte muy cara si viene con estrés, horarios insostenibles y poco aprendizaje. Así que, ¡evalúa siempre el paquete completo!

Evita estos errores comunes: Consejos prácticos

Como podemos ver, negociar tu salario como programador es como una prueba mental y emocional en la que ser estratégico es vital. Acá te dejamos una lista de errores frecuentes durante la fase de negociación y cómo puedes evitarlos para superarla sin lamentaciones:

  • Mencionar tus expectativas salariales sin haber entendido completamente el puesto, el alcance del trabajo o el presupuesto de la empresa. Posterga esta etapa con frases como: “Prefiero conocer más sobre el rol y sus responsabilidades antes de hablar de cifras”.
  • Pensar que, por ser junior, cambiar de stack o no tener título universitario vales menos. Investiga tu valor en portales web y negocia según las tendencias del mercado. Considera tu experiencia, éxitos obtenidos y habilidades específicas que agregan valor a tu rol. Estos elementos aumentarán tu poder de negociación.
  • Una vez que investigues el salario base de tu perfil, define un rango razonable, es decir, un mínimo aceptable y un ideal realista (tu tope máximo). Agregar un 10% al 15% del valor es una buena forma de establecer un margen seguro.
  • Si la oferta que recibes está por debajo del mercado o sientes que aportas mucho más valor para recibir una compensación tan baja, es importante saber cómo argumentar todo esto al reclutador para alcanzar un rango salarial acorde.
  • Nunca reveles tu salario actual, es muy difícil negociar algo significativamente mayor a ese número si los reclutadores lo conocen.
  • La práctica hace al maestro. Pon en práctica la negociación salarian en tus procesos de reclutamiento. Incluso si no te va bien al principio, con el tiempo irás mejorando. Esto reforzará tu confianza, mantener la calma y la coherencia de tu discurso durante una negociación real.

Para terminar, recibir una respuesta negativa es posible. Aquí, saber cómo abordarla es crucial para mantener una buena relación con la empresa.

Dejar la puerta abierta con una respuesta respetuosa y madura es lo mejor que podemos hacer ante esta situación. Recuerda, la reputación que siembres hoy, puede traerte mejores propuestas mañana.